En 2018, escribí un artículo que evidenciaba una profunda crisis en el segmento educativo de nuestro país. Ahora, el último informe del Estado de la Nación, irónicamente, refleja esta crisis al escribir "Estado de la Educasión" con "S", subrayando la gravedad de la situación.
Estamos en crisis y, si seguimos por este camino, terminaremos con un sistema educativo deplorable. Pasaremos de ser uno de los mejores en la región a enfrentar problemas como otros países, donde las carreras y los planes de estudio deben ser validados y en muchos casos, no son admitidos por otros países.
Es momento de cambiar y aún estamos a tiempo. Debemos incentivar la investigación, crear fondos económicos para que los estudiantes puedan aprovecharlos en investigación o experimentos que contribuyan a solucionar problemas nacionales tanto en ciencia como en tecnología creciendo en metodologías STEM.
Analicemos de forma detallada el informe.
El crecimiento de las brechas de cobertura se debe al lento avance en el logro educativo nacional.
Entre 2019 y 2022, continuó y se aceleró la tendencia al aumento en la proporción de personas en edad de cursar estudios universitarios que habían concluido la secundaria.
Según se explicó en detalle en el capítulo 4 de este informe, desde 2020, cambiaron radicalmente las condiciones en las que las personas estudiantes se mantuvieron matriculadas en el colegio y aprobaron cada año. Además, la decisión política de aprobación automática de los grados, combinada con la desaparición de las pruebas de Bachillerato y FARO, condujeron a un aumento histórico en el porcentaje de personas que concluyeron la secundaria, con un 71%, sin embargo este aumento no se vio reflejado en las universidades.
También, la proporción de personas graduadas de bachillerato o pregrado que obtuvieron su primer título antes de los 30 años muestra incrementos importantes de 2006 a 2016, y se ha mantenido después de ese año.
Otro tema preocupante es Costa Rica tiene el porcentaje más bajo de personas con doctorado de la OCDE. Según la OCDE (2022), los estudios de doctorado juegan un papel importante en el desarrollo de la innovación futura al capacitar a personas investigadoras para avanzar en el conocimiento y explorar nuevas áreas de investigación relevantes tanto económica como socialmente. En general, los doctorados representan un bajo porcentaje de la población adulta.
El incremento en el presupuesto del FEES en los últimos cinco años es de un un total de 7.53%, este no se refleja en el progreso de la educación superior, según el último informe del Estado de la Nación sobre educación. Aunque el presupuesto ha crecido, el avance en la titulación universitaria sigue siendo lento.
Este estancamiento en la progresión educativa se hace evidente al examinar las cifras de matrícula en universidades públicas de 2018 a 2022. Aunque hubo un aumento en el número de personas matriculadas en todas las universidades públicas, este incremento no se tradujo necesariamente en un aumento proporcional de graduados.
Por ejemplo, en el Instituto Tecnológico de Costa Rica, el número de matriculados en grado aumentó de 10,181 en 2018 a 10,926 en 2022, mientras que el número de matriculados en posgrado disminuyó de 1,634 en 2018 a 1,189 en 2022. De manera similar, en la Universidad de Costa Rica, el número de matriculados en grado aumentó de 39,183 en 2018 a 43,040 en 2022, pero el número de matriculados en posgrado aumentó solo ligeramente de 2,512 en 2018 a 2,783 en 2022.
La Universidad Estatal a Distancia mostró el mayor incremento en matrícula, pasando de 21,901 en 2018 a 34,034 en 2022, lo que sugiere que la educación a distancia puede estar ayudando a aumentar el acceso a la educación superior. Sin embargo, la Universidad Nacional y la Universidad Técnica Nacional mostraron un crecimiento mínimo en la matrícula durante este período.
Estas cifras sugieren que, a pesar del aumento en el presupuesto del FEES y en la matrícula en general, el sistema educativo todavía enfrenta desafíos significativos. La educación superior está estancada en áreas tradicionales, como Educación y Ciencias Económicas, y el país tiene un déficit de profesionales Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Además, el aumento en la matrícula no se ha traducido en un aumento proporcional en la cantidad de graduados, lo que indica que muchos estudiantes pueden estar enfrentando barreras para completar sus estudios.
Es imprescindible que Costa Rica reconozca la urgencia de esta crisis y tome medidas proactivas para abordar estos desafíos. Es necesario un enfoque multifacético que incluya la inversión en áreas STEM, el apoyo a los estudiantes para completar sus estudios, y la revisión y actualización de políticas educativas para asegurar que estén alineadas con las necesidades actuales y futuras del país.
Recordemos, la educación es la base de nuestra sociedad y debemos trabajar juntos para asegurarnos de que sea de la mejor calidad posible.
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